El 18 de febrero es miércoles.
Miércoles de ceniza, decía mi abuela, entierro del carnaval...
Una trasnochada comparsa convoca a una "marcha del silencio" reclamando justicia.
Dicen que no faltará ninguno de los responsables de entorpecer, ocultar, frenar y plantar pistas falsas en la investigación del atentado a la Amia y otras causas...
Clarín y sus secuaces promocionan, propagandizan y nos invitan a participar a nosotros, gente de clase media (a la que pertenezco).
Suponen los organizadores que reiterando con insistencia su desilachada y fantasiosa versión del "Caso Amia-Irán-Nisman" lograrán encarajinar el ambiente pre-electoral.
Los "barba duras", los "clarinetes" y sus lacayos pretenden revivir en la conciencia social y política de nuestra clase media viejas antinomias.
Suponen que volverán a convencernos que nuestros intereses, los de la clase media en sus multifacéticas capas, están más cerca de Recoleta que de Villa Soldati...
Mucho maguyan sus publicistas con torpes recetas para deslumbrarnos con globos de colores y para que no podamos ver cuáles son y dónde están nuestros intereses...
Yo creo que actúan como lo hacía René Lavand en sus actos de ilusionismo colectivo... Cuanto más miramos, más nos engañan.
En la medida que nuestra atención se concentre en versiones deformadas de la realidad que exacerban nuestros lastres prejuicios, menos tiempo habrá en nuestra conciencia para reflexionar sobre nuestros propios intereses...
Dicen algunos amigos que las clases medias inclinan la balanza en los procesos electorales.
Pueden apoyar a Menem, a Alfonsín, a De la Rua, Ibarra y a Macri después.
La situación nacional, en el marco de crisis prolongada en los países europeos que siempre fueron nuestros modelos, nos coloca a todos los argentinos en una seria y decisiva encrucijada:
Seguir la lucha por conseguir un lugar de respeto y consideración para nuestra Patria o volver al oprobio de las relaciones carnales.
José María Di Bello
Precandidato a Legislador por Capital
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